Nuestra historia

No soy rica, ni influencer, ni nada de eso. Solo tenía muchas ganas de salir adelante y cambiar el futuro de mi familia.


Soy "Godín" y estilista de profesión, oficinista y con mi espíritu emprendedor de mujer luchona de "yo todo lo puedo" empecé a buscar información de "¿cómo hacer labiales?" encontré tutoriales y cursos, los compré, compré los instrumentos, los ingredientes y empecé a experimentar y rápidamente me di cuenta de que no iba a funcionar jajaja porque no quedaban con la calidad que yo esperaba, es como cuando haces tu primer hot cake!!, (el primero siempre te queda feo).

Creo que es importante reconocer cuando puedes hacer las cosas y cuando no. Entonces empecé a buscar proveedores y preguntar costos, comprar muestras.

Aquí en México hay muchas opciones y con diferentes calidades y precios y te encuentras de todo.

Gente que te trata mal y que no te toman enserio porque te ven "muy joven", "muy pequeña", "muy sin experiencia", "no eres influencer", no tienes la solvencia ni los recursos para comprar, vender y distribuir.

¡Acabe más decepcionada y desilusionada de la vida que de nada!

Entonces empecé a ahorrar más porque necesitaba una inversión mucho más grande para comenzar con una cantidad pequeña y buscar formas para ganar más dinero para invertir.
Tomaba turnos dobles, empecé a "dobletear" en mi trabajo para conseguir la entrada para invertir.
Después de un tiempo de ahorrar e investigar encontré un proveedor que se ajustaba a mi presupuesto.


Mientras yo buscaba propuestas y ahorraba dinero, mi hermana estaba haciendo los diseños de la marca, creando el nombre, etc.


Cuando al fin ya teníamos algo, comenzamos a hacerlo.
¡Invertí todos mis ahorros en esto!

¡Y con mucha fe y trabajo duro hemos ido avanzando!...

Dicen que la constancia y la disciplina al final rinde resultados y todo esfuerzo es recompensado.
Pero yo creo que no es cierto.
Al final un emprendimiento es un salto de fe al abismo, donde no sabes si vas a tener buenos resultados o no.
Nada garantiza que vayas a triunfar o que tú seas ese "1 entre 1 millón" que lo logró.

¡No hay garantía de nada!
Nada te garantiza que vayas a triunfar o que obtengas los resultados que esperas.
Si fuera fácil cualquiera lo haría.
No cualquiera esta dispuesto a dejar su "seguridad" en un trabajo estable...
o invertir todos sus ahorros en un sueño.

Creo que un sueño sin un plan es solo eso, un sueño.

Un sueño con un plan, se convierte en una meta.

Malagna para nosotros es una meta y es nuestra vida, es nuestro bebé, nació de la nada, con nada, nació porque alguien se arriesgó a hacerlo.

Y porque alguien se arriesgó a confiar en ello, por tí que decidiste confiar en nosotros.

Malagna es un concepto, es una filosofía, un estilo de vida, no vendemos maquillaje.

¡Ofrecemos un sueño! ¡un estilo de vida!

¡Una identidad!

¡Fuerza y confianza!